EL ADVIENTO, TIEMPO CON SABOR MISIONERO:
Vamos, poco a poco, avanzando por el tiempo litúrgico del Adviento, que nos llevará a la celebración gozosa de la Navidad.
El Adviento tiene un indudable sabor misionero, porque en él nos preparamos para la venida del “Misionero por excelencia”, nuestro Señor Jesucristo. El mismo afirma en el Evangelio: “Como el Padre me envió, así os envío yo”(Jn 20, 21).( Recordemos que misionero significa enviado).
La acción misionera de la Iglesia hunde sus raíces en el envío del Hijo de Dios a la Tierra, para redimirnos, y en el mandato o “envío”, que El hace a sus discípulos, de llevar su Buen Nueva de salvación a toda todos los hombres: “Id al mundo entero a predicar el Evangelio a toda criatura”( Mac. 16,15).
¡Vivamos el adviento con intensidad espiritual, de forma que renueve en nosotros el espíritu misionero!