miércoles, 1 de abril de 2015

Gracias por las ayudas

Vocaciones Nativas


Los testimonios de agradecimiento de vocaciones nativas que ofrecemos quieren reflejar el alcance de la colaboración económica ofrecida por España para contribuir a sostener seminarios y noviciados en los territorios de misión

La importancia de nuestra ayuda para que seminaristas, novicios y novicias de los territorios de misión consigan realizar su sueño es enorme. Y enorme es también su agradecimiento por nuestro apoyo.

Lo expresan bien estas palabras de un seminarista mayor, Roblan Mascarenhas, del Seminario Patriarcal de Rachol, archidiócesis de Goa y Damão, en la India: “Jesús dijo: «El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, solo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa» (Mt 10,42). Elegir hacer un sacrificio para ayudarme en mi formación es un gesto que nunca olvidaré en toda mi vida”.

Los proyectos de ayuda y testimonios que presentaremos en esta sección muestran hasta qué punto es importante seguir acompañando, y más y mejor, a las vocaciones nativas. Habría que asomarse a ellos con el espíritu con el que el P. José Manuel Alonso Ampuero, misionero toledano en Lurín (Perú) y formador del Seminario de San José de esa diócesis, recuerda el momento en que jóvenes allí nacidos culminan su camino hasta el sacerdocio y recogen el testigo de la misión evangelizadora:

“Es hermoso contemplar ese fruto: al marchar un sacerdote misionero, queda un sacerdote autóctono. La mies sigue siendo mucha. Los desafíos, enormes. Se experimenta continuamente la insuficiencia. Pero, ante todo, nos domina el asombro y la  gratitud por este don: jóvenes constituidos en signo personal de Cristo Buen Pastor, jóvenes consagrados para ser presencia elocuente del Amor en el mundo. Sigamos orando por ellos: no basta tener sacerdotes; necesitamos sacerdotes santos”.


Con esta serie de testimonios queremos recalcar desde Obras Misionales Pontificias, la importancia de nuestra ayuda y agradecer su colaboración en nombre de todas las vocaciones a las que la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol ha ayudado.