“Por nuestros hermanos que se han alejado de la fe, para que, a través de nuestra oración y el testimonio evangélico, puedan redescubrir la cercanía del Señor misericordioso y la belleza de la vida cristiana”
El Papa Francisco durante este mes de julio nos invita a rezar por nuestros hermanos alejados de la fe. En la visita pastoral que realizó el Papa en mayo a la archidiócesis italiana de Génova, el Papa en la homilía de la misa celebrada en la Plaza Kennedy de la ciudad italiana habló sobre la oración, como la vía para llevar “todo a Dios”:“Podemos preguntarnos, cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿Yo rezo? Y todos, como Iglesia, como cristianos, ¿ejercitamos este poder llevando a Dios las personas y las situaciones? El mundo lo necesita. Nosotros mismos lo necesitamos (…). La oración cristiana no es una forma para estar un poco más en paz con uno mismo o encontrar alguna armonía interior; nosotros rezamos para llevar todo a Dios, para encomendarle el mundo: la oración es intercesión. No es tranquilidad, es caridad. Es pedir, buscar, llamar. Es involucrarse para interceder, insistiendo asiduamente con Dios los unos por los otros. Interceder sin cansarse: es nuestra primera responsabilidad, porque la oración es la fuerza que hace ir adelante al mundo; es nuestra misión, una misión que al mismo tiempo supone cansancio y dona paz. Este es nuestro poder: no prevalecer o gritar más fuerte, según la lógica de este mundo, sino ejercitar la fuerza mansa de la oración, con la cual se pueden también parar las guerras y obtener la paz. Como Jesús intercede siempre por nosotros ante el Padre, así nosotros sus discípulos no nos cansemos nunca de rezar para acercar la tierra y el cielo”.
OMPress, julio 2017
Vídeo con la intención de oración del Papa Francisco para el mes de julio
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