martes, 10 de febrero de 2015

Jornadas de formación OMP

Del 5 al 6 de febrero más de un centenar de personas que trabajan al servicio de la misión ad gentes, se dieron cita en las XII Jornadas de Formación para Empleados y Voluntarios de Obras Misionales Pontificias.
Representantes de todas las delegaciones diocesanas de misiones de España se encontraron en Madrid para unos días de convivencia y formación, que este año han llevado por título “Europa, tierra de misión”. El segundo día de estas jornadas se dedicaron a recibir el testimonio de varios misioneros en Europa.

Los misioneros, también en Europa

Nuestra misión ha sido llevar la belleza de la familia cristiana a Estonia”, explicaron el viernes Alejandro Pérez y Matilde Toribios, matrimonio del Camino Neocatecumenal, que ha estado 9 años de misión en el país nórdico con sus diez hijos. Después de narrar con crudeza todas las dificultades que vivieron –quemaduras en la piel por el frío, soledad, racismo, incomprensión por el idioma-, ambos afirmaron que en la cruz se han encontrado con Cristo resucitado, y lo han testimoniado con su vida. “Si Dios existe, merece la pena darlo todo por él”, explicó Matilde. Junto con otras familias misioneras, acompañaron al único sacerdote católico de Tartu –segunda ciudad de Estonia-, y formaron un punto donde los estonios podían acercarse a la Iglesia, a través de catequesis, barbacoas, y su simple presencia. “Para la gente de allí es más fácil acercarse a las familias que al sacerdote”, afirmó Matilde, quien explicó que entraron a fondo en la cultura estonia para inculturar el Evangelio.

La misión en Rusia es un camino a fuego lento: sereno, pero seguro”, testimonió José Pablo Pereira, misionero de Verbum Dei. Después de años de lo que él describió como “ecumenismo de pasillo”, este misionero portugués compartió cómo la misión de la Iglesia católica en Rusia no busca conversiones en masas, sino pequeños encuentros a través de la vida y el testimonio. “La cultura rusa está muy marcada por la guerra”, afirmó Pereira, quien explicó que una minoría de católicos ha mantenido su fe a pesar de las persecuciones.