lunes, 9 de marzo de 2015

Misioneras en el Día de la Mujer Trabajadora

Obras Misionales Pontificias España


Día de la Mujer Trabajadora - Misionera española

Mujeres trabajadoras y misioneras entregadas al servicio de los demás. De los casi 13.000 misioneros españoles que hay en el mundo, las mujeres representan el 54,47%.

Cristina y Rosario, médicas en Camerún. Raquel, también médica, pero en Mozambique. Ana, física en Argentina; o Carmen, farmacéutica en India. Mª Carmen, arquitecta y madre de 11 hijos, antes en China y ahora en Austria. Lourdes, abogada en República Dominicana….

Son mujeres universitarias que, después de dedicar muchos años a estudiar, decidieron irse a vivir a algunos de los países más pobres de la tierra, en muchos casos dejando a un lado sus carreras. Estas mujeres se sienten “realizadas” de un modo desconcertante: olvidándose de ellas mismas para entregarse a los demás.


Junto a ellas hay muchas otras mujeres que no tuvieron la oportunidad de pasar por la universidad, pero fueron igualmente “seleccionadas” por Dios para brillar en la única asignatura de la que seremos examinados: el amor. El Dueño de la mies les ha “contratado” en las mejores condiciones que podían imaginar: recibiendo el ciento por uno.

De los casi 13.000 misioneros españoles que hay en el mundo, las mujeres representan el 54,47%. Igual que Marta en el Evangelio, son mujeres “inquietas”por atender a Jesucristo, que se les hace presente en las necesidades de tantos hermanos que acuden a ellas. Pero estas misioneras tienen también mucho de María, la hermana de Marta a la que Jesús elogió diciéndole que había escogido la mejor parte. Como María, estas mujeres buscan la oración y en la cercanía con el Señor la fuerza para sus múltiples quehaceres.

Estas mujeres trabajadoras, contemplativas en la acción, pueden ser el espejo en el que nos fijemos hoy las mujeres. En medio del ritmo vertiginoso que nos impone cada día, lo importante no puede posponerse. Como ellas, también nosotras necesitamos el descanso junto al Señor, para luego, poder cansarnos por quien lo necesite.

Dora Rivas
Comunicación con los misioneros OMP España