viernes, 23 de septiembre de 2016

#VeranoMisión: mochilas cargadas de… FUTURO

Obras Misionales Pontificias España


Los jóvenes de #VeranoMisión han regresado con las pilas cargadas de nuevos planes de futuro para ayudar a la misión y los misioneros


Bárbara  Méndez  Pérez de Tenerife pertenece a GAMIR  de  Savia  Nueva; hace dos años estuvo en Burundi y este verano en Marruecos. Su experiencia es que: “Yo ya era una persona comprometida con la Iglesia, soy catequista y además animo a un grupo de jóvenes a no alejarse de Jesucristo, pues es el único que nos puede hacer felices de verdad. Con las experiencias misioneras ese amor de Dios que ya sentía ha quedado aún más reforzado y siento que ahora el compromiso es aún mayor. […] Dios es amor y el amor se siente en el corazón. El mundo cambia cuando nos amamos, el mundo cambia cuando somos hermanos. Doy gracias a Dios por haberme hecho entender esto ‘misioneando’”.
Testimonio completo "La misión me cambió el corazón"


La hermana María Luisa Gutiérrez, fmm, de Burgos es una de las organizadoras del campo de trabajo con inmigrantes en Ceuta. Nos cuenta la labor de la Iglesia en este contexto: “Ceuta es un lugar privilegiado para encontrar creyentes de otras religiones: musulmanes, hindúes, judíos […] ¿Qué encontramos allí de extraordinario? Hombres y mujeres de distinta nacionalidad, raza, religión, condición social, trabajando juntos, aportando cada uno su especificidad, su don, reconocido y celebrado por todos los demás. […] Hacer del diálogo y del encuentro entre culturas un trabajo de humanización y paz, me pareció en ellos real. […] Uno de los jóvenes dijo: ¡’me doy cuenta de que la iglesia, allí donde va, planta su semilla. Cuando parece que no es tiempo de fruto, como ahora, cuando disminuyen notablemente los cristianos en el Magreb, se contemplan rebrotes que evocan el Reino, con otras formas, con otros elementos como protagonistas, pero anunciadores, sin saberlo, de la acción evangelizadora de la Iglesia’”.

Fernando Zapata, Delegado de Misiones de Albacete, ha partido para compartir con los misioneros en Ecuador; antes de ir comenta: “La verdad, es que yo cada vez me siento más pequeño. No creo que dar una respuesta sea lo más importante… le doy más vueltas a la Llamada. ¿Qué quieres de mí, Señor? […] Nunca es lo mismo. Y es verdad. Simplemente porque Tú Señor, me miras con ojos nuevos cada día”.

Ana Hugalde, de Pamplona, después de varias experiencias misioneras de breve duración se lanza a una colaboración de mayor duración. Comparte: “La misión para mí ha sido, es y será, una experiencia inolvidable e irrepetible. Es una sensación de felicidad y plenitud que no se comparan con todos los lujos que tenemos en la vida diaria. Dejar a mi familia e irme un año me ha costado. […] No me vale con ver por televisión lo que pasa en el mundo. Ante la gran injusticia que hoy vivimos, quiero participar con mi granico de arena en la lucha contra tanta desigualdad. La misión te cambia, te hace mirar la realidad desde otros puntos de vista desde otros ojos, los de los más empobrecidos”.


Pilar Cabañeros de Albacetetambién ha salido para Ecuador y antes de partir nos dice: “SAL DE TU TIERRA. Así dice el lema del DOMUND de este año, y es el lema que mi corazón pone a esta experiencia misionera. […] No hay expectativa ninguna, dejo todo en sus manos para que esta experiencia sea tanto para nosotros, como para la gente con la que compartiremos estas dos semanas, un regalo”.