martes, 13 de septiembre de 2016

#VeranoMisión: Regreso con las mochilas cargadas

Obras Misionales Pontificias España


La misión nos pide salir de nuestra tierra; los jóvenes que han hecho su #VeranoMisión han salido de su tierra y sus testimonio son un ejemplo para todos nosotros.



La vuelta de #VeranoMisión nos ha sorprendido con dos noticias: una esperada y muy agradable y la otra, justamente todo lo contrario. La primera era la deseada canonización de la Madre Teresa de Calcuta que tuvo lugar el pasado domingo 4 de septiembre; por desgracia, el día anterior nos sorprendía a todos la noticia del asesinato de la misionera española Isabel Solá, RJM, en Haití; final trágico de una vida dedicada a la misión.
Dos noticias que en su fuerte contraste muestran la realidad de la misión: la misión llena la vida hasta colmarla. Los jóvenes que han hecho una experiencia misionera este verano se han asomado, colaborando con los misioneros y misioneras y lo han podido comprobar. Ellos comparten que “esta experiencia ha cambiado mi forma de ver las cosas, ahora veo el mundo de forma diferente”, dice Alejandro Navarrete de Madrid que ha estado con los misioneros javerianos en un campo de trabajo con inmigrantes en Ceuta. Todos los jóvenes que han tenido la ocasión de hacer este tipo de experiencias coinciden: “He aprendido una de las lecciones más bellas e importantes de la vida, una que me valdrá siempre, en cualquier tiempo y lugar: ver primero a la persona antes que todo lo demás, acoger antes que preguntar o racionalizar, ser humano, ser hermano antes que cualquier otra cosa” afirma Adrián González Villanueva, de León. Miriam Puente Quintero de Conil de la Frontera cuenta: “Esta experiencia me ha sido sin duda alguna enriquecedora en todos los aspectos, ha servido para sentirme útil, levantarte cada mañana y ver que eres capaz de ayudar haciendo cosas simples, sentirte como en casa, en familia aún viviendo con personas totalmente distintas y desconocidas”. A Bárbara Méndez  Pérez de Tenerife su #veranomisión “le cambió el corazón”.

La misión llena la vida de amor y de alegría.Es tan poco lo que das y tanto lo que recibes... no se puede explicar con palabras” -comenta Javier de Valencia, quien ha compartido un mes de su verano con los niños del Colegio Santo Tomás de Valencia, en Lima (Perú)- […] Hemos apoyado en las aulas, hemos dado refuerzo a los niños que lo necesitaban y hemos apoyado en las actividades parroquiales. Además organizamos una semana de talleres para las vacaciones útiles. Pero todo esto es poco si lo comparo con todo lo que me llevo. La gran alegría de conocer a estas personas que pese a estar tan lejos son tan parecidas a nosotros. Espero poder repetir la experiencia”. Colaborar con los misioneros y con la obra evangelizadora que desarrollan en todo el mundo es la mejor manera de llenar el corazón del mismo amor que Jesús tiene por los más necesitados y los más abandonados. La experiencia misionera de estos jóvenes es un gran tesoro que se guarda en el corazón para poder vivir de él toda la vida.

La misión llena y cambia la vidaporque aunque uno vuelva a hacer otra experiencia misionera “nunca es lo mismo. Y es verdad”, afirma Fernando, Delegado de Misiones de Albacete, y María, también de Albacete dice: “Tras mi experiencia de cooperación en Ecuador en el 2013, sentí que mi despedida era un ‘hasta pronto’. Ahora, regreso al lugar donde Jesús tocó mi corazón y donde volví a reconocerlo a través de las miradas, sonrisas y gestos de las personas que se cruzaron en mi camino durante ese tiempo”. No se puede hablar de monotonía ni de mera repetición, porque cada encuentro es nuevo y deja una marca imborrable. “La misión para mí ha sido, es y será, una experiencia inolvidable e irrepetible”, afirma en su testimonio Ana Hugalde, pamplonica de 31 años. Después de estar un mes en Calcuta en 2011 con las Misioneras de la Caridad y otro en 2012 en Chile con las Misioneras Dominicas del Rosario, ahora se ha decidido a hacer en septiembre la preparación de la Escuela de formación misionera y partir hacia Honduras, Bolivia o Angola, a primeros de Enero de 2017 con Misevi. Participar en la misión no deja indiferente, cambia sustancialmente la vida; sea en lo profundo e invisible del corazón o sea en el impulso a hacer opciones valientes de vida.

SAL DE TU TIERRA. Así dice el lema del DOMUND de este año, y es el lema que mi corazón pone a esta experiencia misionera. Salir de nuestra tierra, salir de Albacete, de España, a otro lugar completamente distinto, a Ecuador, con otra realidad; y más tras el terremoto que le dio un giro a la misma. Es mucha la ilusión, también las inquietudes, pero todo con una perspectiva: salir de mi tierra porque es a lo que el Señor me ha llamado a vivir este verano” (Pilar).
Leyendo estos testimonios se comprende como misioneras como Isabel Solá o santa Teresa de Calcuta pudieron apurar su vida hasta el final en la misión. Estos jóvenes, en el corto periodo de sus vidas que han dedicado a la misión, han podido experimentar -como repetía frecuentemente san Juan Pablo II- que no se puede encontrar la propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás, sólo la entrega sincera a los demás llena la vida. Esta es la energía de la que se recargan cada día los misioneros y los misioneros para poder seguir en su servicio a la Iglesia y a la humanidad más sufriente. La misión llena y no defrauda; llenándose de la fuerza del amor es posible una vida de entrega amorosa silenciosa y gratuita hasta la muerte.

El DOMUND de este año, como ya ha explicado una de las jóvenes, nos invita a Salir de nuestra tierra, con nuestra cooperación -en todas sus formas posibles- la misión continúa adelante y las experiencias misioneras de jóvenes nos muestran una forma muy interesante de colaboración misionera. Que cada uno podamos con nuestra imaginación contribuir a la evangelización universal de la Iglesia con nuestras iniciativas que nos ayuden a salir de nuestra tierra.


Durante estos días vamos a publicar los testimonios de alguno de los jóvenes ha tenido este verano una experiencia de voluntariado misionero. Muchos de ellos ya lo han compartido en otros sitios web, pero queremos que todos conozcáis su #VeranoMisión.