Con
motivo del fallecimiento de nuestro
misionero diocesano, Práxedes, se
ofreció un funeral por su eterno
descanso en la Concatedral de Guadalajara el 16 de Febrero. El funeral estuvo
presidido por el Obispo de la diócesis, D. Atilano, y fue concelebrado por más
de 50 sacerdotes. La Concatedral estuvo totalmente abarrotada de fieles.
Al final de la Misa, Ivanildo,
misionero javeriano brasileño, que tuvo por párroco en Abaetetuba a Práxedes,
dio un precioso testimonio, que creo oportuno conozcáis quienes tenéis la sana costumbre de visitar nuestro Blog
misionero de la diócesis de Guadalajara.
Este fue su testimonio
Práxedes era estimando por todos, desde los
niños hasta los ancianos. Yo admiraba mucho la perseverancia y el cuidado con
que hacía las cosas. Él en todo lo que hacía conseguía implicar a todos en la
participación, sobre todo, a los jóvenes.
Él siempre hablaba
con mucha alegría y entusiasmo del
evangelio de JesúsCristo. Hacía que nos enamorásemos de la Palabra de Dios. En
particular, él fue para mí un ejemplo de Sacerdote, de misionero, de pastor y
de amigo. Fue una inspiración, un estímulo en mi vocación. Práxedes siempre que
podía, iba a visitar a mi familia, conocía por nombre a cada uno de mis
sobrinos, que no eran pocos.
Él, fue un testimonio
para toda nuestra Iglesia de la Amazonia, para el clero, para la juventud, para
todas las personas que le conocieron. Su manera de ser: abierta, hospitalaria,
solidaria, cercana, trabajadora, sonriente y enamorado de su misión cautivaba a
todos a su alrededor.
Práxedes era una
persona volcada con los pobres y con los excluidos de la sociedad. Una persona
preocupada por la formación de los laicos. Un verdadero pastor, siempre pronto
a ayudar a quien lo necesitaba. Un hombre de Dios, que consiguió con su
testimonio de fe y de humildad transmitir el mensaje de Jesús, que él tanto
amaba, a nuestros corazones.
Por lo tanto, el padre
Práxedes, nos deja la certeza que consumirse hasta el último respiro por los
demás es el mejor regalo que una persona puede dejar a las personas que tanto
amó.
Muchas Gracias! Muito
obrigado! Reza por nosotros que no te olvidamos y sabes cuánto lo
necesitamos.
Ivanildo de Sousa Quaresma, (misionero javerianos
brasileño).