lunes, 9 de octubre de 2017

"SALIR INVITA A DEJAR, CAMINAR, ENCONTRAR..."

Pilar Boves. Misionera en Mozambique.


SAL de tu tierra”… estas palabras han marcado mucho mi vida, las he orado en momentos decisivos y han sido una gran ayuda para “ no instalarme”. Salir, siempre me invita a: dejar, caminar, encontrar, sonreír, abrazar, acariciar, escuchar, amar….
Y eso es lo que trato de vivir en estas queridas tierras de Mozambique, en una comunidad llamada Sàbié, donde las “Hijas de María Madre de la Iglesia” atendemos una “escolinha ”y hacemos nuestro trabajo Pastoral en la parroquia.

En este pueblito insignificante, donde la gente a apenas está  instalando el agua en el “quintal”,espacio de terreno q tienen su casita, comparto con ellos mi vida y VIVO!!!. No hago grandes cosas, a veces  me pregunto: “ ¿Qué hace una persona mayor como yo ,aquí? “ y la respuesta es clara: “sal de tu tierra..” Solo con salir de mi casa, se Confirma más mi respuesta, “donde están mis hermanos, yo iré a por ellos” palabra de Beata Matilde Tellez, mi Fundadora, que yo también quiero hacerlas VIDA! Quiero, junto con las tres hermanas de mi comunidad estar junto a ellos en el dolor y alegría, en su pobreza. Pero sobre todo ayudarles a descubrir el Rostro Misericordioso del Padre, ser un “puente” y un “oasis” en medio de esta sequía.
Aquí la vida es muy primaria, los niños andan solitos desde muy pequeños y tienen que ir a buscar agua al río, para su consumo y a por leña, mientras sus mamas van a trabajar a la “machamba” (huerta) y algunos a cuidar ganado. En nuestra “escolinha” los atendemos, acogemos, educamos, les damos un buen desayuno, los preparamos para ingresar en la escuela, también aquí aprenden a besar, dejarse acariciar… pues sus mamás los quiere pero no se prodiga en esos gestos tan importantes, que nosotros los “llamados del primer mundo”, no valoramos y ellos están deseosos de recibir. Tratamos que en este tiempo que permanecen en el Centro, sean felices.
Este pueblo tiene un gran corazón y siempre me enseña mucho, son personas de paciencia, no sé ponen nerviosos como nosotros, saben disculpar, acoger y ante una dificultad sonríen,  enseñando esos dientes tan blancos y bonitos que tienen.
La “Vida es bella“ no se puede desperdiciar, y ¡hay que “SALIR al encuentro de………” (escribe tu el nombre aquí) y en ese momento tu vida habrá tomado una nueva dimensión porque has encontrado a un hermano.
Mis abrazos desde Sàbié, y con mucho cariño:
Pilar Boves Monte
Misionero en Mozambique