sábado, 4 de noviembre de 2017

Testimonio de Gloria Huerta Molina desde Peru

MI TESTIMONIO DE VOLUNTARIADO EN PERÚ

He ido como voluntaria a Perú, he estado allí 3 meses, con las Hnas de la Caridad  de Santa Ana, donde el SEÑOR ha sido grande conmigo:

1º por el regalazo que me ha hecho facilitándome el poder ir, lo cual en este momento no se me pasaba por la cabeza siquiera, teniendo en cuenta mis 60 años y mis antecedentes con el quirófano.

2º porque familiarmente, era un imposible dejar a mi marido, a mi madre y a mi tía, pero ha ocurrido sin ninguna dificultad. ¡ cosa rara que aceptaran sin pretextos !
Claro que ellos sabían que, en este momento de mi vida, era mi ilusión y que lo necesitaba.
¡¡¡ Qué maravillosos tres meses en el Norte de Perú !!!
He sido completamente feliz allí, sin los problemas y sufrimientos absolutamente tontos a los que doy importancia aquí; todo esto son nimiedades comparándolo con la pobreza que existe allí, y aún así, viven felices la mayoría, viviendo en Caserios, cuatro, cinco o seis chozas hechas de palos, plásticos, cartones, uralita vieja,… a una distancia la una de la otra de unos 200, 300 m en mitad del campo, normalmente arena.
A estas poblaciones se les ve tristes por la afectación de las lluvias del 25 de marzo, les
llaman, “ El Fenómeno del Niño Costero “, tienen escasez de todo y mucho miedo.
Cuando fuimos por 1ª vez, las Hnas. y yo a repartirles víveres, mantas, barreños, … no salían de sus “casas “, no nos abrían, estaba todo en silencio, como si no hubiese nadie; cuando después de insistir se convencían de que éramos personas que no les íbamos a hacer daño, salía la madre, y los hijos nos miraban por las rendijas entre los palos, a lo mejor se atrevía a salir alguna niña junto a su mamá, pero yo veía a otros hermanos, y alguno de ellos mayor, observar desde dentro y no salir, supongo que por timidez.
Tengo que explicar que en varios caserios concretos, además de vivir en plena soledad, a lo que están acostumbrados porque han nacido allí, les han echado de su tierra, unos Km más allá, el motivo es el “ maravilloso “ Proyecto de Regadío de Olmos, en el Departamento de Lambayeque, donde ha transcurrido mi estancia. Este proyecto consiste en que alguna multinacional, con el Gobierno de Perú, van a hacer plantaciones de frutas tropicales, con sus respectivas fábricas para exportar frutas, mermeladas, aceites, jabones, …
En esta multinacional, sea la que sea, colabora España; lo sé porque me explicó el proyecto un Ingeniero Agrónomo, compañero de viaje en mi ida a Lima, él va y viene constantemente desde Madrid. La mayoria de los habitantes de Olmos están muy contentos con el proyecto porque creen que les va a llevar progreso, pero otros piensan que en vez de progreso, sólo van a utilizarles como mano de obra barata, de hecho en los preparativos del proyecto, lo están haciendo ya.
He compartido con las Hnas. varios repartos de víveres; estos repartos dependen de las donaciones que llegan de España, por medio de la FUNDACIÓN JUAN BONAL,
Fundador de la Congregación junto a la Beata MARÍA RAFOLS, y también llegan donaciones de la CONFER y de algunas personas particulares, tanto de España como de Perú.
A parte de todo esto, he disfrutado de mi profesión, que tan feliz me ha hecho durante mi vida. He dado clase de apoyo de Matemáticas a jóvenes de secundaria en un Instituto Público, increíble, ¿verdad?. Pues sí, allí venga de dónde venga la ayuda, es bien acogida y agradecida.
También he colaborado dando Catequesis de Bautismo a chicos desde 8 a 13 años, se bautizaron el 9 de septiembre, estando yo allí todavía, lo que me lleno de gozo.
Por supuesto, tengo que deciros que no he recibido el cien por uno, sino el millón por uno, muchísimo más de lo que yo haya podido dar. Es impresionante el cariño demostrado por los niños, los jóvenes, sus padres, todos los amigos que he hecho y, sobre todo, los ancianos visitados y los del Comedor Social que tienen las Hnas.
Les doy las GRACIAS a ellas, por haberme dejado compartir su vida durante este tiempo, que nunca olvidaré.
DIOS ME AMA A MÍ Y A TÍ, sólo hace falta darle entrada en nuestras vidas, ËL espera todo el tiempo que cada uno necesite.
Infinitamente feliz he vuelto a España, y si DIOS así lo quiere volveré a PERÜ porque en mi corazón y en mis oraciones están todas las personas con las que he convivido allí de una forma u otra.

Gloria Huerta Molina
Guadalajara

27 de septiembre del 2017