La Jornada de
Vocaciones Nativas es un día especial dedicado a la oración y la cooperación
económica con los jóvenes que son llamados a la vocación sacerdotal o religiosa
en los territorios de misión.
En los territorios
se encuentran las iglesias más jóvenes que están aún en proceso de
implantación, y que son confiados a la Congregación para la Evangelización de
los Pueblos. Dentro de las cuatro Obras Pontificias que dependen de esta
Congregación, se encuentra la de San Pedro Apóstol, responsable de la Jornada
de las Vocaciones Nativas.
La Jornada tiene
colecta que se destina a las Vocaciones Nativas. Pero no se trata sólo de una
jornada puntual, sino que durante todo el año la Obra está en contacto con los proyectos que financia.
La colaboración económica está abierta siempre a través de las becas de estudios,
y los donativos domiciliados.
La importancia de las Vocaciones Nativas
El Evangelio no ha
arraigado plenamente en una cultura, si no ha suscitado en ella vocaciones
consagradas al Señor, sea en el sacerdocio o la vida religiosa.
Los dos Papas que son
canonizados providencialmente el mismo día de la Jornada de Vocaciones Nativas,
han concedido suma importancia al florecimiento de vocaciones en las iglesias
más jóvenes.
Juan XXIII las consideraba
expresión de la madurez eclesial, que toma el relevo de los misioneros; y Juan
Pablo II pedía “al Señor que nadie llamado al sacerdocio o
a la vida religiosa en tierras de misión quede excluido por falta de recursos
materiales o económicos”.