SEGUNDO ARTÍCULO:
“VII ENCUENTRO DIOCESANO DE ORACIÓN Y REFLEXION
MISIONERA”:
El 26 de Abril tuvo
lugar en la Casa de Nazaret de Guadalajara, el “VII Encuentro diocesano de
Oración y Sensibilización Misionera”.
Este Encuentro ya se ha
consolidado. Después de haber experimentado distintas fechas y lugares para su
celebración, hemos determinado, creo que con acierto, que la mejor fecha para
realizarlo es las vísperas de la Jornada de Vocaciones Nativas, que se celebra
el último domingo de Abril.
¿Por qué? Porque nos
permite tener un motivo importante de oración y de reflexión sobre las
misiones, que es el objeto del Encuentro. Así el lema que lo presidió este año
ha sido el mismo del de Vocaciones Nativas, levemente modificado: “DISCÍPULOS-MISIONEROS
POR VOCACION”.
Esta charla dio pie a
la reflexión por grupos y, después, a una provechosa y participativa puesta en
común.
La parte de oración del
Encuentro tuvo momentos muy hermosos a lo largo del día. Se comenzó con los
Laudes, siguió al medio día con la adoración y rezo del Santo Rosario por las Misiones
y muy especialmente por nuestros misioneros, para poner el broche de oro del
Encuentro con la celebración de la Santa Misa. Al final de la misma se hizo
entrega a los padres del misionero en Perú, Emilio Ruíz Malo, del diploma al
Mérito de la Iniciativa Social, concedido a nuestros misioneros por parte de
Castilla-la Mancha.
Hay que destacar
siempre, dentro de nuestro Encuentro, la gran familiaridad y alegría en la que
se desarrolla. Esto se palpa de manera especial
en el momento de la comida compartida. La paella estaba deliciosa, supo repartirla con medida, acierto y alegría, Andrés. Y deliciosas
estaban las rosquillas caseras, los
dulces, los bombones…y todo. Rolando derrocho en todo momento simpatía y
servicialidad.
La evaluación final es muy positiva en casi todos los aspectos.
Tendremos en cuenta algunas indicaciones para el VIII Encuentro: a/ que en la
adoración no se hable tanto y haya más momentos de silencio y oración personal
y b/ que se procure la presencia de las instituciones misionera de la diócesis
y una invitación especial a los jóvenes. Para ello habría que organizar mejor
los eventos que se programan en la diócesis, para que no se acumulen en un
mismo día, como ocurrió en esta ocasión.
Lo intentaremos exponer
en la reunión final de los Delegados.