miércoles, 18 de junio de 2014

Encuentro con Socorro en Costa Rica.

Ya está muy lejano el verano de 1997 cuando una multitud de jóvenes compartimos con San Juan pablo II la cita mundial de la juventud en Paris.
En aquel encuentro Socorro no dudo en responder “SI”  a la llamada del Señor: “Ven y sígueme. Necesito tu guitarra, tu juventud, tu palabra. .ven y sígueme…”
Aquel   ”SI” incondicional de Socorro al Señor llevó a nuestra hermana  desde la parroquia  de San Pascual Bailón, en Guadalajara, donde compartía su vivencia cristiana entre la parroquia y su comunidad neocatecumenal, a la lejana Costa Rica.
Desde entonces Socorro ha vuelto a Guadalajara en varias ocasiones siendo la última en la JMJ de 2011 en Madrid.
En sus padres permanecía la idea  y el deseo de  ir a visitarla y compartir con ella su espíritu misionero y conocer la realidad social y eclesial en la que vive.
Hoy, en mayo de 2014, 17 años después, por fin, sus padres  Miguel e Isabel, su hermana, Juany  y unos hermanos de su comunidad decidieron iniciar la aventura de ir a visitarla. Tras atravesar el mar Rojo, el océano Atlántico, y tras 12 horas de vuelo estábamos allí.
El encuentro en San José está lleno de emoción, entre lágrimas y abrazos: ¡Es verdad, estáis aquí, gracias Señor, gracias! Dice Soco. Todos emocionados. Están Marcela y Katia que comparten  la misma alegría.
Socorro preguntaba  por todos.
¿Y la parroquia, tienen preparada la fiesta de San Pascual, cuántos niños hacen la primera comunión,  y don Pedro y don Alfonso?.  ¡Qué suerte para la parroquia  dos curas!...¡¡Y  que bien para la evangelización!!.
¿Cómo ésta nuestra comunidad?.
Comenzaba una visita que nos mostraría cómo Socorro es un “Don” y una ”Gracia” para la iglesia y para nuestra parroquia.
Su labor misionera está incardinada en las parroquias de Santiago de Marayonal, del Espíritu Santo de Esparza, Fray Casiano y Carrizal.
A lo largo de nuestra estancia hemos visto la labor de entrega al servicio del evangelio y de los más necesitados, como nos invita el papa  Francisco, que realiza toda la Iglesia en tierras de misión  siguiendo el mandato del Señor: “Id y anunciad el Evangelio…”
La misión en la que vive nuestra hermana está formada por Socorro, Marcela y Katy, éstas costarricenses, entregadas totalmente al servicio de la Iglesia  en las parroquias reseñadas.
Realizan la pastoral de bautismos, de primeras comuniones, de confirmaciones para niños y adultos. Preparación al matrimonio, catequesis para familias, visitas a enfermos en sus casas y en hospitales, portan la comunión a enfermos postrados en sus casas, celebran la liturgia de difuntos, visitas domiciliarias a familias anunciando  a  Jesucristo, reconduciendo a matrimonios desestructurados…
Pero  la actividad que más nos ha impresionado, ha sido la que todos los jueves realizan en  el  “Centro Institucional de Privados (de libertad) del Roble” en Puntarenas,  donde llevan  a cabo  la labor de pastoral penitenciaria  que causa admiración  en las instituciones de justicia y en la diócesis pastoreada por Monseñor  Oscar Fernández obispo de Puntarenas.
Nosotros participamos  con Monseñor Oscar Fernández  el día 1 de mayo en la celebración de la misa y la charla-catequesis  y comprobamos, la atención y el cariño de los allí recluidos, así como del director del centro, don Danilo,  y del equipo de psicólogos. Todos ellos nos manifestaron su gratitud por el servicio que prestan.
La misión está ubicada en Chacarita una zona con muchísima pobreza,  y  precariedad: paro, delincuencia, drogadicción, absentismo escolar, familias rotas…a ella acuden  a solicitar ayuda de todo tipo, desde un café temprano por la mañana, ropa para bebes o un plato de  frijoles....
Y hemos apreciado cómo todos los que se acercan son escuchados y asistidos con gran cariño en sus necesidades y cómo las misioneras son queridas y protegidas por sus vecinos.
Las parroquias que visitamos nos mostraron el cariño que tienen hacia Socorro y la gratitud hacia sus padres por la entrega y el servicio  de su hija hacia los más desfavorecidos de Chacarita.
Nuestra gratitud a Monseñor  Oscar Fernández, al que entregamos una carta de nuestros sacerdotes Don Pedro y Don Alfonso, que nos acogió en su residencia episcopal  de Puntarenas compartiendo con él la oración de vísperas y una cena fraterna.
 Los hermanos de las comunidades y Juan y Mariola, el matrimonio itinerante en Chacarita pusieron a nuestra disposición sus microbuses para nuestros desplazamientos y sus casas en el Pacifico, lo que nos permitió conocer  las playas de Jaco,  Samara y Carrillo y parte de su inmensa belleza  natural.
Estuvimos en Cartago venerando a Nuestra Señora de los Angeles, patrona de Costa Rica y en la ciudad de Paraíso, veneramos la reliquia de S. Juan Pablo II: una gota de su sangre. En San José, capital, compartimos la eucaristía en el seminario “Redentoris Mater”
Al realizarse el viaje en el tiempo pascual vivimos con intensidad la alegría de la Resurrección del Señor con todas las comunidades neocatecumenales, muy numerosas, compartiendo las oraciones de laudes, vísperas y   las eucaristías pascuales y  anunciando en las plazas el Evangelio, sintiéndonos abrumados por la generosidad y la acogida fraterna de todos hacia nosotros.
El viaje ha sido un regalo pascual, por ello damos gracias a Dios y pedimos por todos los que anuncian el evangelio.

¡ Que el Señor les preceda, les guie y les proteja!.