El 18 de octubre,
sábado, víspera del Domund, y como todos los años, la Delegación diocesana de
Misiones convocó a los fieles de Guadalajara a la Vigilia de la Luz en el
Santuario de Ntra. Sra. de la Antigua.
Se mandaron carteles
anunciadores a todas las parroquias y se anunció también en los micrófonos de
la COPE.
La Virgen de la
Antigua, Reina de las Misiones, nos acogió con alegría bajo su manto y
compartió nuestra oración, ante su Hijo allí presente en la Custodia, como
acompañó en sus reuniones de oración a los apóstoles, tras la Ascensión de su
Hijo a los cielos.
Ante el Señor y nuestra
Madre del Cielo pedimos por la Evangelización del mundo, las misiones y los
misioneros, mensajeros del amor y la
alegría, que tanta falta nos hace en este mundo que parece hundirse cada vez
más en el egoísmo y la tristeza.
Meditamos que sin Dios y su amor en nuestros corazones
es imposible la alegría. Efectivamente, el motor de la alegría no es otro que
el amor de Dios, lo mismo que el motor de la tristeza no es otro que el
egoísmo.
¡Ojalá que, como decía
el lema del Domund 2014, los cristianos tomemos conciencia de nuestro ser
misionero y colaboremos con el Señor a hacer renacer en el mundo, en las
naciones, en la sociedad y en el hombre la alegría, para atajar el “ Ébola” de
la tristeza, que cada vez más se apodera de la humanidad.