Jorge Crisafulli, responsable salesiano de las misioneslos países de habla inglesa en África Occidental, dijo que en este momento se están centrando en dos frentes: “la prevención y la educación de los más pobres”. Para este misionero argentino, será imposible para la infección sin la ayuda de la gente; por eso, afirma que son efectivas las “formas populares de hacer prevención”. Una persona curada que explica a la gente cómo protegerse o deja un balde con cloro en la puerta donde vive una familia con la enfermedad… son medidas sencillas que están dando resultado.
Como dijo Ana Muñoz, portavoz de Misiones Salesianas, el ébola ha dejado de ser una “emergencia sanitaria”, para convertirse en una “emergencia humanitaria”: faltan alimentos, se cierran los centros de enseñanza, se estigmatiza a los afectados, hay miles de niños huérfanos, etc.
En Sierra Leona, el gobierno ha cerrado las escuelas porque es muy peligroso tener a los niños en grupos, por eso los salesianos están ideando formas para no dejar de educar a los 10.000 alumnos que estaban escolarizados en Liberia y Sierra Leona. Una de las estrategias que podría implementarse es la “educación en el hogar”, a través de un “sistema de curias”. Algunos alumnos mayores en bicis, o maestros en moto, podrían distribuir el material en las casas de los alumnos, comentó Crisafulli. Otra posibilidad a largo plazo es educar a distancia a través de la radio.
Para el responsable de los salesianos en África Occidental “ver las noticas sobre el ébola es fácil”, pero hace falta una mayor implicación personal, como la de algunos españoles que “han superado el miedo y han salido” para ayudar. Este misionero que pasó por Madrid para presentar la campaña de los salesianos “SOS. Hijos del Ébola”, dijo que cuando le preguntan “dónde está Dios” en medio de esta catástrofe, responde que “con la gente que sufre y con los que la ayudan (…) en las manos de los médicos, de los misioneros…”
Respecto a la ayuda económica, los salesianos sólo pueden dar cuenta de los 100.000 € de ayuda que han hecho llegar a la zona, parte de los cuales se han tenido que destinar de forma urgente a comprar comida y material sanitario. Crisafulli dijo que no podía asegurar que otras ayudas internacionales llegaran a la gente y se limitó a constatar que “no se ven más laboratorios para hacer análisis” y en Sierra Leona “los resultados tardan 5 días en llegar”, es decir “demasiado tarde”.
La preocupación de los salesianos es el “día después” del ébola, cómo quedarán los países afectados y cuál será el futuro de sus niños.
“SOS. Hijos del Ébola”
Misiones Salesianasha lanzado la campaña “SOS. Hijos del Ébola”, para apoyar la acción que los misioneros salesianos están llevando a cabo contra la epidemia en Sierra Leona, Liberia y Guinea Conakry, especialmente con los niñosque han quedado huérfanosa causa del ébola.
Las autoridades de Sierra Leona han pedido a los misioneros salesianos que se hagan cargo de estos niños, y aunque les dijeron que “serían unos 30, y para finales de año, unos 200”, lo cierto es que más de 500 huérfanos de padre y madre han pasado ya las pruebas médicas para comprobar si están libres de ébola y ser acogidos, y otros 1.500 están en cuarentena.
Los salesianos mantienen los controles escrupulosamente, porque “un solo error”, como dijo Crisafulli, puede “ser mortal”. Según este misionero, los niños llegan al refugio “confundidos”, porque “los huérfanos del ébola” han sufrido “trauma sobre trauma”, y aunque la mayoría se recupera a la semana en un ambiente de juegos y educación, otros necesitan un seguimiento psicológico especializado.
Jorge Crisafulli parafraseó al cantautor Víctor Heredia y dijo que no todo está perdido cuando alguien “ofrece su corazón”. “Lo más importante es la esperanza”, dijo el responsables de los salesianos en África Occidental.