
Aquí os dejamos su cuento:
YO SOY UNO DE ELLOS (Querido mundo)
Querido mundo:
He tardado mucho en pensar el tema de esta carta, y al final me he decidido por ti. ¡Eres tan grande y tan hermoso, y tienes tantas cosas bonitas! Tienes los continentes, como Europa, que es donde yo vivo; mares, océanos inmensos, enormes montañas, flores de infinitos colores diferentes, animales increíbles, y millones de personas repartidas por todo el planeta…
Yo todavía soy pequeña, un punto diminuto a tu lado, pero no entiendo, que siendo tan inmenso, y teniendo agua y comida de sobra para poder vivir todos felices, haya una parte del mundo que tenga demasiado, y hasta lo tiren a la basura, y otra parte que no tenga ni un trozo de pan que llevarse a la boca.
A veces me pongo triste, pienso en todo lo que tiramos nosotros, los que llaman el “Primer Mundo”, y que los pobres del “Tercer Mundo”, tengan que andar kilómetros para poder traer agua para beber, o los niños tengan que ir andando muy lejos para poder ir al colegio, es algo que yo no entiendo.
Un día me explicaron en la catequesis, y luego también en el cole en clase de religión, lo que hacen los misioneros, y la verdad, querido mundo, me pareció fascinante.
Son personas que dedican su vida a ayudar a los demás, dejando a sus familias, amigos y comodidades, para ir a África o a donde sea, a ayudar a los que no tienen nada, y enseñarles todo lo que saben. Dicen que ‘no hay que dar el pescado, hay que enseñarles a pescar’, y es lo que ellos hacen, y con una sonrisa.
He pensado, querido mundo, que aunque todavía sea una niña de 11 años, también voy a intentar ayudarte en lo que pueda.
Igual no hace falta ir a África, cuando también oímos todos los días en la televisión, toda esa gente que vive cerca de nosotros y está pasando necesidades, con esta “crisis”, que todos nombran, y que yo no entiendo muy bien.
Todos deberíamos ayudar y repartir ropa, comida, libros, juguetes… Tantas cosas que siempre tenemos de sobra, a toda esa gente que no tienen nuestra suerte. Entre todos, seguro que podemos; como dice mi abuela ‘grano a grano se llena el granero’.
Nosotros aquí desde el colegio también hemos colaborado en el ‘Azoka Txiki’ (mercado solidario), y hemos ayudado entre todos poniendo nuestro granito de arena, vendiendo nuestros juguetes, y mandando el dinero recaudado a los niños de los países necesitados.
Un beso muy grande, querido mundo, y vamos a conseguir entre todos ayudarte a crear un mundo mejor, yo voy a intentarlo, y quién sabe, igual algún día puedo ser yo también misionera.
Andrea Prieto García, 6º Primaria, Colegio San Prudencio, Vitoria – Gasteiz