Trescientos setenta millones de
seres humanos olvidados. En ellos ponen su atención las páginas centrales de la
revista Misioneros de abril. En esa
cifra ha cuantificado la ONU el número de personas que integran los denominados
pueblos indígenas. Su situación y la de quienes los defienden son preocupantes.
El desarrollo turístico, las grandes represas y las actividades mineras los
expulsan a marchas forzadas de sus tierras, sin indemnización alguna y con su
consiguiente empobrecimiento. Cuando estos pueblos han reaccionado y han
tratado de hacer valer sus derechos, no pocos de sus miembros han sido objeto
de maltrato físico, encarcelamiento, tortura o, incluso, asesinato. Muchos
misioneros viven a su lado esta situación. Entre ellos, Luis y Ester, que, en
una entrevista, cuentan cómo han sentido y vivido “la fuerza de una Iglesia que
trabaja defendiendo la vida y los derechos de pueblos enteros”.
Finalmente, la sección “Primer Plano”
está dedicada a Irán; un país que parece haber comenzado a vivir un tiempo
nuevo, una especie de transición que está cambiando el tablero geopolítico. ¿Se
está gestando un nuevo Oriente Medio? El tiempo lo dirá.