Unas 7.000
personas fueron asesinadas en el mundo solo por su condición cristiana en 2015.
Tres mil más que el año anterior. Dos mil trescientas iglesias fueron atacadas,
el doble que en 2014. Unas cifras que hacen muy real la expresión “Cristianos
en el objetivo”. Es el título del informe que presenta en sus páginas centrales
Misioneros de mayo y que viene a
mostrar cómo, por diversas razones, los cristianos son señalados,
discriminados, vejados, agredidos y asesinados en numerosos países de todo el
mundo: Corea del Norte, Irak, Eritrea, Afganistán, Siria, Pakistán, Somalia,
Sudán, Irán, Libia, Yemen, Nigeria… Lo dijo el arzobispo Celestino Migliore:
“No hay ninguna religión en el mundo que esté exenta de discriminación, pero la
cristiana es la fe más perseguida”. Y la conclusión a la que llega el artículo
preocupante: “Mucho tiene que cambiar la cosa en los próximos años para que
vuelva a haber un clima de tolerancia y respeto hacia los cristianos […]”.
La sección
“Iglesia a fondo” de la revista se centra en “Uganda, perla y tesoro de la
Iglesia”. Desde que el anuncio de la fe llegó a esta nación, la Iglesia local
ha estado acompañando a la gente en sus alegrías y en sus penas, siendo faro de
luz y de esperanza, muy especialmente, en los varios periodos de crisis por los
que ha pasado este país. Otros artículos a tener en cuenta en la edición de
mayo de Misioneros es la entrevista
al cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila y presidente de Caritas
Internationalis, quien reconoce que “los que sufren me están enseñando a amar y
a tener esperanza”; o la “Misión Viva” dedicada a la iniciativa SOS Refugiados
en Red; sin olvidar las secciones de “En el objetivo” y “Cultura”, que analiza
la figura del papa Francisco como “filón editorial y muchos más”.