Esta mañana ha tenido lugar la presentación en Ávila del V Curso de Verano sobre Misiones ‒organizado por Obras Misionales Pontificias con la colaboración de la Cátedra de Misionología de la Facultad de Teología San Damáso y Manos Unidas‒ que tendrá lugar en Ávila desde el 27 de junio al 2 de julio.
Durante la presentación del V Curso de Verano de Misiones 2017, el director de OMP, Anastasio Gil, llamó la atención sobre “el curioso contraste entre lo que el Papa Francisco llama la «idolatría de la indiferencia», por la que todo parece que nos da igual, que no nos interesa, y la empatía social que existe por la ingente labor de los misioneros”. Por eso, para el responsable nacional de OMP “la dimensión misionera debe colorear la cabeza y el corazón de creyentes y no creyentes". El director de OMP señaló que en este curso se trabajarán dos elementos muy concretos: “de qué manera en toda actividad litúrgica (procesiones, entierros, bautizos, catequesis, ...) se puede desarrollar la dimensión misionera; y cómo la historia de la Iglesia ha estado jalonada por toda la actividad misionera, por lo que contarán con interesantes testimonios de personas que han vivido en piel propia la misión”. Se trata de que los asistentes puedan plantearse “por qué se marcha una persona a la misión". Por último, Anastasio Gil ha querido agradecer la importante colaboración de la diócesis de Ávila a las misiones, una aportación muy generosa "que la sitúa muy por encima de cualquier media nacional".
Efectivamente, como ha contado la representante de la Delegación de Misiones de Ávila, aunque esta es una diócesis pequeña, coopera de una forma importante con las misiones: “La aportación más importante de nuestra diócesis son sin lugar a duda los 82 misioneros abulenses. 41 hombres y 41 mujeres, que son la mayor riqueza de la Delegación de Misiones, que dan el auténtico sentido a nuestro trabajo y sobre todo son la cara de una diócesis abierta al mundo”. Según datos ofrecidos por Rodríguez, los misioneros abulenses están repartidos en cuatro continentes: 13 en África, 44 en América, 19 en Asia, y 6 en Europa. 41 de ellos son religiosas, 8 religiosos, 31 sacerdotes (de ellos un diocesano que está en Perú desde el pasado mes de frebrero) y 2 laicos. La media de edad de los misioneros es de 71 años. La misionera de mayor de edad es Eufrosina Hernández, una religiosa Carmelita Descalza, nacida en la Aldehuela, que tiene 96 años y se encuentra en la República Dominicana. Y el más joven, un misionero abulense Javier Ángel García, consagrado de la Sagrada Familia de Belley, que tiene 41 años y que se encuentra en la India.
Cecilio Jiménez, párroco de Sotillo de la Adrada, y ex rector del Seminario de Bata (Guinea Ecuatorial). “Mi historia ‒dijo‒ es la de un sacerdote que quería vivir una experiencia misionera en África, y que se fue hasta Guinea. Y allí, Obras Misionales Pontificias se interesó por ese trabajo, y propuso a Ávila comenzar esa colaboración con el Seminario". Desde 1993, siete sacerdotes participaron como formadores allí, algo que en un principio supuso un reto, "ya que tienes que conocer profundamente el corazón de estos chicos en un ambiente que al principio era extraño, desconocido”. Jiménez se encontró “con una cultura y una Iglesia completamente distintas”, pero un elemento común: “una fe compartida por todos, que nos hacía ser verdaderamente hermanos".
Finalmente, la delegada de Manos Unidas en Ávila, Ángela Muñoz, ha destacado la importancia de la colaboración que realiza esta ONG católica de ayuda al desarrollo con la Facultad de Teología de San Dámaso, para formar a los misioneros. "Ellos son una parte primordial de nuestra existencia: con su fe y su trabajo ayudan a salir de la miseria a tantos y tantos que lo necesitan".
Información y programa del Curso de Verano de Misionología
http://www. obrasmisionalespontificias.es/ p/curso-de.html
http://www.
Inscripciones: http://www.sandamaso.es/actos- academicos/por-tu-palabra