Este año es el segundo que participo en el Encuentro
Misionero de Jóvenes, y ha sido muy enriquecedor volver a encontrarme con
tantos jóvenes que llevan el mismo deseo que yo en el corazón. Tanto las
experiencias compartidas, como el empuje alentador y cercano que he recibido de
todos y cada uno de los ponentes, ha sido como una fuerza para que esa llama
que llevo encendida no se apague a pesar de las dificultades que uno se pueda
encontrar en el camino.
Ha habido muchos momentos intensos, de esos que no se olvidan
fácilmente, de esos que te producen un nudo en el estómago y que te emocionan
en lo más profundo… Desde la música de Nico hasta el testimonio de la Hna.
Paciencia… Un fin de semana de lo más intenso en el que te sientes en comunión
con toda la Iglesia Universal.
Bajo el lema del Encuentro ¿Dónde está mi hermano? me he podido hacer más consciente de que
Jesús viene a darnos vida y por ello hay que volver la mirada a Él para poder
buscar al hermano a través de sus ojos. Jesús quiere cambiar nuestro corazón
para que a partir de ahí el mundo pueda cambiar.
ELENA PÉREZ PASTOR
SIGÜENZA-GUADALAJARA