OMPRESS-ESTADOS UNIDOS (7-01-16) Este pasado 5 de enero, la Conferencia Jesuita de Canadá y Estados Unidos hacía público un comunicado denunciando la política de la administración del Presidente Barack Obama, que ha llevado a redadas por todo Estados Unidos, a la caza de personas que han huido de Centroamérica.
En vísperas de Navidad, los medios informaban del plan de la administración para detener y deportar a familias y adultos de Centroamérica que buscaban asilo, “a pesar del hecho de que el Triángulo Norte de Centroamérica está sufriendo una crisis de derechos humanos que ha dado lugar a una emigración forzada de cientos de miles de ciudadanos guatemaltecos, hondureños y salvadoreños”, señalaba el comunicado.
“Estamos especialmente preocupados por las noticias, de días recientes, de funcionarios de inmigración que entran a la fuerza en residencias de Georgia y Texas, para llevar a cabo registros y redadas de solicitantes de asilo centroamericanos, incluyendo a niños de hasta cuatro años”, afirmaban los jesuitas.
El padre Kelley explicaba que los niños y adultos de Guatemala, Honduras y El Salvador se ven atrapados con frecuencia en bandas de pandilleros que controlan la zona y la policía militarizada, mientras que otros se ven forzados a abandonar sus tierras a causa de la corrupción.
“Estos son los factores que llevan a la gente a huir para salvar sus vidas. Estos problemas no pueden abordarse a través de tácticas de inmigración irresponsables e insensibles. Más bien hay que ir a las casusas profundas del desplazamiento forzado”, concluía el padre Kelley.